Ribera del Duero es sinónimo, no sólo de vino. A lo largo del tiempo, el Arte Románico ha dejado una Huella importante en diferentes puntos de nuestra Región; destacando tres de las cuatro provincias, por su multitud de Monumentos en torno a este Estilo.
En la primera parte de estos Posts, nos centramos en Burgos. En su Área Sur, las Vegas cerca del río Duero dejan tras de sí, Humildes Iglesias Parroquiales en los sucesivos Pueblos de la Ribera del Duero. De la Ruta Románica Burgalesa destacamos:
La Ermita del Santo Cristo en Coruña del Conde. Bajo la falda de la colina protagonista de las Ruinas de Clunia, visitamos una Ermita de mucho encanto, representada por medio de la simplicidad.
En torno a un Ábside Recto y con Arcadas en sus caras, posee tres Arcos en el Testero y dos en los Paramentos laterales. De portada sencilla y capiteles poco interesantes, en los muros del Templo, vemos Piezas Romanas de la ciudad de Clunia.
El Monasterio de La Vid. Incluido en un conjunto de diversos Edificios con Épocas muy distintas, la Belleza Artística del Monasterio es loable. Igualmente, tus paseos por los jardines serán demasiado cortos, deseando no cesarlos nunca.
Tanto el Monasterio, como la Iglesia, son de Estilo Renacentista - Barroco, exceptuando las Bóvedas de crucería, las cuales, son Tardogóticas. Los únicos restos Románicos supervivientes del Monasterio Premostratense del siglo XII, están entre la Sala Capitular y el Claustro: una Puerta con dos Ventanales Bíforos. Arcos de medio punto sostienen parejas de columnas laterales y Esponjosos capiteles de motivos Vegetales, son frecuentemente asignados a las manos del 2º Taller de Silos.
Torregalindo es un pueblo del que presumir, gracias a su presencia Románica en el Castillo Roquedo y en la impresionante Portada de su Parroquia, la cual, pertenece a una Época Tardía cisterciense. Con 6 metros de Altura, sus 8 Arquivoltas se componen a través de Baquetones y Escocias decoradas con Puntas de Diamante.
Villalbilla de Gumiel. Ante una de las Iglesias Románicas más Antiguas de la Ruta de la Ribera del Duero, lo sabemos entrando por su Arco en forma de Herradura. Al lado del mismo, una decoración de grueso taqueado, muy presente en el Románico del siglo XI y desde el principio del Camino de Santiago.
Fuentelisendo. El progreso Económico, consecuencia del comercio del vino, fue la ruina de su único Templo Románico. El deseo por incrementar su Parroquia, les llevó a derribarlo, levantando con las piedras restantes del mismo y del Templo de Corcos, una construcción más lujosa.
No obstante, perviven las Pilas Románicas de Ambos Templos: unos modelos simples pero preciosos, de un intenso simbolismo. Asimismo, concluida la Parroquia, las piedras sobrantes se utilizaron en la Reforma de la Fuente Principal.
Fuentemolinos. La Ermita en Honor a San Juan, tiene una Planta Rectangular, la puerta de Entrada Dovelada y en lo Alto, una Espadaña de piedra con una campana. En el interior, una imagen del Santo de gran Tradición. Normalmente, mantiene encendido un candil.
¿Amas el Arte Románico? ¿Echas en falta alguna otra creación del Románico Ribereño? ¡Somos todo oídos!
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