De los inicios del siglo XVIII, fue levantada por Antonio García y Diego de Arce. Atractiva por la preciosa imagen gótica de la Virgen de Nava, está erigida en crucero con una sola nave. En su interior, Tres Retablos Barrocos y los laterales, dedicados a San Antonio de Padua y San José.
Retablo central labrado de manera nerviosa, la ilustración mencionada de Nuestra Señora de Nava, está en una carroza de madera dorada. Por delante, los cuatro Evangelistas: San Marcos, San Lucas, San Mateo y San Juan.
Entrada libre en cualquier momento requerido.