El Palacio de los Condes de Miranda, famoso como el de Zúñiga o Avellaneda, es un Edificio Renacentista del siglo XVI, levantado concretamente por Don Francisco de Zúñiga y Velasco, Tercer Conde de Miranda del Castañar.
Los Avellaneda, por su parte, Señores de la Villa, eran parientes de los Zúñiga.
Vivió su mejor momento durante la vida del sexto Conde, Don Juan de Zúñiga y Avellaneda y cayó en picado como consecuencia de la Invasión Francesa. En 1.829 moriría sin descendencia Doña María del Carmen Josefa de Zúñiga. En un futuro incierto, llegó a manos de la Casa de Alba en 1.891.
En 1940 sería ya, riqueza del Estado. Reformado durante los cincuenta por el Arquitecto Anselmo Arenillas, es una construcción de planta rectangular coexistente entre el Renacimiento y el Gótico. Lástima de conservación, decoraciones de Azulejería y Policromía se han perdido.